Experiencias gravel y bike packing en el Camino del Cid

Alberto Luque Cortina
A finales de 2021 os comunicamos nuestra intención de crear una alternativa en el Camino del Cid para los aficionados al gravel.
Con este objeto elaboramos un track de toda la ruta que se planteaba como un primer paso hacia la creación de un producto cicloturista sólido y atractivo para los aficionados al gravel y al bike packing.
La concesión de una ayuda dentro del Plan Experiencias Turismo España, financiado con fondos Next Generation EU, nos permitió desarrollar este proyecto, por el que sentimos una particular ilusión. Y aquí queremos contaros cómo lo hemos hecho, y aclarar algunos aspectos relativos a la naturaleza de esta ruta, en forma de preguntas y respuestas. Empezaré por la segunda parte y dejaré para el final la parte del “making of”, más densa (sólo para los más friquis).
¡Peligro!: Este es un anti-post, es decir: un post larguísimo. Quedáis avisados.
Preguntas y respuestas
A lo largo de todo el proceso de creación de la ruta han intervenido y hemos hablado con muchos “graveleros” y hemos contado, entre otros, con uno de sus pioneros en España, Javier Bañón Izu. De resultas de estas conversaciones e informes recopilados, surgen algunas preguntas y respuestas.
¿Qué es el gravel?
Buena pregunta; en principio es una modalidad de ciclismo asociada a un tipo concreto de bicicleta, una evolución de las bicicletas de carretera y de ciclocross, diseñada para ofrecer mayor comodidad y polivalencia tanto en caminos de tierra o gravilla (gravel) como en carretera.
Así pues, en principio la clave del gravel, como modalidad ciclista no está en el tipo de firme, sino en el tipo de bicicleta. Lo que define al gravel es la bici que se usa.
Pero, ¿qué pasa con el firme? ¿No influye? ¿Se puede hacer gravel por carretera?
Esta pregunta es muy importante para nosotros, ya que nuestra propuesta gravel discurre en un 46% por carreteras; eso sí, en su mayoría secundarias y con muy poco tráfico, inexistente en ocasiones.
La respuesta no es fácil, porque no es unívoca: no piensa igual un gravelero competitivo que un ciclista que usa la gravel para viajar. Hemos hablado con muchos de ellos, y cada cuál tiene su opinión. No hay manera de ponerles de acuerdo. No es lo mismo un circuito de competición que una ruta de 1.500 km. En fin, hay gente para todo.
Yo creo que la clave está en la polivencia de estas bicis, diseñadas para correr por caminos de tierra o gravilla y por asfalto o grava: por tanto, ambas opciones se contemplan, aunque obviamente los caminos de tierra o gravilla tienen un especial protagonismo. En este sentido, una ruta como Montañas Vacías, es ejemplar, aunque se presente como una ruta de bikepacking (y aprovecho la ocasión para recomendaros esta maravillosa, y única, ruta).
En nuestro caso, esta polivalencia en el Camino del Cid se traduce en libertad: al ampliarse las opciones tienes más libertad para elegir. Libertad asociada a la velocidad (son bicis más rápidas que las BTT).
De este matrimonio entre la libertad y la velocidad nace el bikepacking: viajar con lo mínimo, rápido y con ligereza, sin ataduras. Adaptarnos a nuestras pulsiones internas, cada cual con la suya. Es una sensación maravillosa: la perseguimos todos los cicloturistas, y es lo queremos ofrecer a nuestros viajeros.

Camino del Cid, ¿gravel, bikepacking o algo más?
Al diseñar la ruta para que puedan recorrerla viajeros con bicicletas de gravel, hemos suavizado algunos tramos aptos para BTT. Por el contrario, hemos endurecido las etapas “gravándolas” con más kilómetros, en sintonía con ese espíritu de velocidad y esfuerzo físico de los graveleros.
Nosotros pensamos que los graveleros van a disfrutarla mucho, tanto por caminos como por carreteras: estas, en general con tráfico escaso, van a generarles un montón de endorfinas y buenas vibraciones.
Además, pensamos que esta ruta es una opción muy interesante para cualquier cicloviajero cuyo interés principal no sea el reto físico (como es el caso de la BTT) o ciclar exclusivamente por carretera (modalidad cicloturista), sino que quiera combinar lo mejor de ambos “mundos”: caminos y carreteras, para lo cual debería conjugar el track gravel con la longitud de las etapas BTT, más cortas.
Por esta razón creemos que esta última propuesta va a tener una gran acogida entre los cicloviajeros en general, con independencia del tipo de bicicleta que usen: graveleros, bikepackers, trekkineros, beteteros, electrtificados y demás razas ciclistas: el Camino del Cid os está esperando.
Anatomía de un proyecto en nueve pedaladas
Primera pedalada: el estudio de campo.
La primera fase consistió en testar el track piloto. Pablo Calvo “Bikecanine” y Sergio Luna “Viajar and roll”, dos cicloviajeros con amplia experiencia y grandes divulgadores de los viajes en bici, recorrieron el trazado anotando sus impresiones y recogiendo las incidencias que encontraban en la ruta. Fruto de su trabajo es este vídeo promocional sobre la experiencia bikepacking.
Segunda pedalada: el diseño de la ruta
El informe de Pablo y Sergio fue la base para comenzar a trabajar desde nuestra propia experiencia en el nuevo trazado. Para ello contamos con la empresa UTM Desarrollos, responsable de algunos de los proyectos de divulgación outdoor y señalización más importantes del Camino del Cid. A grandes rasgos, los trabajos consistieron en:
- La elaboración de un nuevo track con más de 40 modificaciones al trazado inicial, con el fin de aligerarlo y hacerlo más veloz, y solventar las incidencias detectadas más importantes, sin alterar por ello la esencia del Camino, que sólo ha requerido la incorporación de una nueva localidad (La Vid) para salvar un tramo de monte entre Langa de Duero y Castillejo de Robledo.
En conjunto el track alcanza los 1.485 kilómetros repartidos en siete rutas, desde Vivar del Cid (Burgos) hasta Orihuela (Alicante), y atraviesa 229 localidades y puntos de parada. La ruta discurre en un 46% por carreteras (principalmente secundarias con tráfico escaso), un 28% por pistas y caminos de tierra, un 1% de senderos, el 13% por carriles bici, vías verdes y tramos restringidos a vehículos, y un 12% de tramos urbanos.
También se crearon los tracks de las siete rutas en los siguientes formatos disponibles en la web: KMZ, TCX, TRK, y GPX.
- Diseño de las etapas, teniendo en cuenta la longitud (por regla general, la distancia oscila entre 60 y 90 km); la dificultad; los tiempos proyectados de parada en función de los recursos de interés para un cicloviajero medio; la existencia de servicios en la localidad fin de etapa.
- Generación de perfiles de etapa e información técnica asociada (Desnivel positivo acumulado, índice IBP, distancias, tipología de firme, observaciones, etc).
Tercera pedalada: la elaboración de los mapas y la redacción, diseño y edición de siete guías de viaje gravel bike-packing.
La generación de documentación de calidad es marca de la casa. De nuevo, UTM preparó los mapas que se incorporarían a las topoguías:
- Mapas. Son más de 60. Se han editado en cartografía adaptada al proyecto de edición de las guías de viaje, con una escala mínima de 1:150.000 aunque en ocasiones llegan al 1:50.000. Contienen información general y específica, como la indicación del camino cicloturista y BTT y de aquellos tramos exclusivos gravel-bikepacking, los tramos de ciclabilidad reducida, el enlace con otras rutas y las tipologías de rutas por las que discurre (GR, PR, Vía Verde, etc).
- Topoguías. Son excelentes compañeras de viaje. Se han editado siete, una por ruta, y son descargables desde la web. Contienen información valiosa de la ruta y las etapas: ficha técnica, perfiles, mapas, cuadro climatológico, consejos básicos de viaje, QRs informativos, descripción de cada etapa, avisos de dificultades y alertas, y un largo etcetera. Lo mejor es que vayas a la sección de Descargas y pruebes a bajarte cualquiera de ellas.
Cuarta pedalada: la traducción de las topoguías al inglés
Somos muy conscientes de la proyección internacional del Camino del Cid y de la atención creciente que acapara fuera de nuestras fronteras, de ahí la necesidad de traducir y editar las topoguías en inglés, ya disponibles en la versión anglosajona de la web.
Quinta pedalada: creación de un club de producto turístico
Paralelamente a estos trabajos, las consultoras Pangea y Sepinum han trabajado en la creación de un Club de Producto Cicloturista y Gravel - Bikepacking del Camino del Cid que vincule a empresas interesadas en ofrecer sus servicios a los cicloturistas (alojamientos, talleres, taxis, oficinas de turismo…) con el objetivo último de generar experiencias turísticas en el Camino del Cid.
Hasta la fecha se han asociado a este Club 90 empresas, servicios y entidades, y estamos trabajando en la creación de una decena de experiencias. Se trata de un trabajo en desarrollo con múltiples facetas que se irá consolidando con el tiempo.
Sexta pedalada: creación de un espacio web y subida de todo el contenido
Esta ha resultado ser una acción bastante complicada, ya que para subir todo el contenido generando siguiendo las dinámicas de la web para el resto de modalidades, ha sido necesario realizar importantes desarrollos de programación.
Así mismo, hemos tenido que diseñar los mapas interactivos de la home, la creación y redacción de contenidos de las siete nuevas secciones de rutas, su traducción, la edición de 7 mapas web pulsables por población, y la subida de todo el material, incluyendo tracks, topoguías, etapas, hitos kilométricos, galerías de fotos, etc.
Séptima pedalada: exportación de los datos a la app
Nuestra aplicación móvil ya tiene la información y tracks gravel. Se trata de una herramienta esencial para recorrer el Camino del Cid. Descárgala gratis, está disponible en iOS y Android.

Octava pedalada: el documental
Para abrir boca, te presentamos este documental que realizaron Pablo y Sergio mientras realizaban un tres en uno (el viaje, la recogida de datos y anotaciones experienciales, y la grabación del documental), cumpliendo con las etapas previstas todos los días (algunas de noche!), puedes verlo pinchando aquí.
Novena pedalada...
Todo esto lo hemos hecho para ti, así que la séptima pedalada… ¡la tendrás que poner tú!
