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La Defensa del Sur

VALENCIA - ALICANTE
Recorrido:Desde Valencia (Valencia) hasta Orihuela (Alicante)
Jornadas:11 días
247.81 KM
Camino del Cid
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Senderismo por La Defensa del sur: un recorrido histórico y literario por la línea defensiva del interior 

  • Recorrido: Desde Valencia hasta Orihuela (Alicante).
  • Provincias: Valencia y Alicante.
  • Kilómetros: 248 km aprox.
  • Jornadas recomendadas: 11 días (22 km / día aprox.)
  • Dificultad: Media-baja 

 Qué información sobre esta ruta puedes descargarte en esta página  

Recuerda que en las Oficinas de Turismo del Camino del Cid podrás obtener de forma gratuita más información sobre cada ruta: incluyendo los folletos y el salvoconducto.

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Argumento: tras las huellas del Cid

En este recorrido por La Defensa del Sur, y a diferencia de los anteriores, la historia prevalece sobre la literatura. El poeta que escribió el Cantar no encontró una potente trama argumental al unir en uno solo los dos destierros a los que, históricamente, Alfonso VI condenó al Cid: el primero, en Castilla, en 1081, y el segundo, mucho más duro y determinante, estando el Cid en Alicante, en 1088. Esta ruta recupera ese episodio histórico y algunos otros que tienen que ver con la defensa del peligro almorávide que venía del Sur.

Qué grande es la alegría que corre por el lugar / cuando mio Cid ganó Valencia y entró en la ciudad / Los que iban a pie caballeros se hacen / el oro y la plata, ¿quién os lo podría contar? La conquista de Valencia por el Cid supuso la culminación de un sueño pero fue también origen de muchas preocupaciones surgidas ante la necesidad de defender la ciudad, que resistiría el empuje almorávide hasta 1102, año en que Jimena -el Cid había muerto tres años antes- abandona la ciudad.

Siempre según el Cantar, el Cid logra entrar en Valencia tras un largo asedio. El rey de Sevilla intenta recuperarla pero es derrotado en batalla campal en la huerta de Valencia. Y así, el Cid recibe el perdón de Alfonso VI; su mujer e hijas viajan a Valencia y el Cid las muestra sus dominios desde la torre del alcázar. Posteriormente el rey almorávide Yussuf acude con 50.000 hombres, que son igualmente vencidos. Tras esta victoria el Cid casa en Valencia a sus hijas con los infantes de Carrión. Dos años después, el rey Búcar asedia Valencia con 50.000 tiendas; derrotado, es muerto por el Cid, quien se apodera de su espada, Tizona, valorada en 1.000 marcos de oro. Finalmente, recuperada su honra y reconocido como gran señor, el Cid muere en Valencia.

Esto es lo que narra el Cantar, pero la historia es diferente. En general, buena parte de las localidades al sur de Valencia tomaron partido por el pujante bando almorávide, cuyo cuartel general se hallaba en Murcia. Históricamente, durante el cerco a Valencia, un ejército almorávide acampó en Almussafes pero tuvo que retirarse tras una potente riada. En 1093 el Cid lanzó un ataque contra la ciudad de Alzira, que se resistía a apoyarle, ordenando recoger la mies de sus territorios para llevarla a su cuartel general en El Puig, y en 1097 un contingente de hombres del Cid fue derrotado en Alzira por una expedición almorávide.

 La misma Xàtiva, que inicialmente se doblegó ante el poder del Cid, rindiéndole tributo, en los últimos años de vida de Rodrigo se convirtió en la punta de lanza de la ofensiva almorávide contra Valencia. El propio Cantar de mío Cid nos cuenta que allí se refugió el rey musulmán de Sevilla, huyendo de Rodrigo

 El segundo núcleo argumental de este recorrido es histórico, y comienza a 25 km de Xàtiva, en Ontinyent. En noviembre de 1088 el Cid se trasladó desde Xàtiva hasta Ontinyent con el fin de esperar allí al rey Alfonso VI, que se acercaba para socorrer Aledo. El rey pidió a Rodrigo que esperara en Villena, pero este prefirió quedarse en Ontinyent porque así se aseguraba los víveres para sus hombres. El encuentro entre ambas fuerzas nunca se produjo, y el Cid acampó en Elche donde pasó las Navidades. Allí supo que Alfonso VI había vuelto a desterrarle y le había declarado traidor. En medio de territorio enemigo decidió no servir más a ningún señor y actuar por su cuenta y riesgo.

 La ruta termina en Orihuela. La relación con Orihuela se remonta al año 1090: tras derrotar al conde catalán Berenguer Ramón II en la batalla de Tévar, el Cid estableció un amplio protectorado sobre los reinos islámicos de Al Hayib, que incluían los territorios de Lérida, Tortosa y Denia. En 1091, según Ben Alcama, este protectorado se extendía desde Tortosa hasta Orihuela.

El viaje: qué vas a encontrar

 La Defensa del Sur ofrece fuerte contrastes: desde tramos muy urbanizados, donde prevalecen los caminos agrícolas y vías verdes de asfalto, a los senderos en las zonas más montañosas. Es, sin duda, una oportunidad de conocer el interior de ambas provincias desde una perspectiva cuando menos sorprendente.

Tras abandonar Valencia y sus alrededores el viajero se topará con dos de los grandes iconos de este territorio: La Albufera y la huerta valenciana. La Albufera es una laguna costera de escasa profundidad -un metro de media- rodeada de arrozales y cerrada al mar por una barra de arena creada por las corrientes marinas. Viene siendo explotada por el hombre desde la Antigüedad y hoy es la casa de un buen número de especies animales y vegetales: desde aves acuáticas a peces en peligro de extinción, como el fartet y el samarugo.

El segundo "encontronazo" es la huerta valenciana: un hecho económico, social y natural sin precedentes que hunde sus raíces en la historia. La huerta y los jardines valencianos, tan valorados por los árabes, fueron cantados en el siglo XI por el poeta Ibn Jafaya, natural de Alzira. Las murallas de Alzira, de origen islámico, nos evocan ese recuerdo. Alzira es una de las ocho poblaciones declaradas conjunto histórico y / o artístico en este recorrido. La siguiente es Xàtiva, que cuenta con un envidiable patrimonio histórico-artístico encabezado por su castillo, cuya estampa es una de las más impresionantes del Camino del Cid.

La proximidad de la Sierra de Mariola vuelve el paso delviajero más corto. Desde Ontinyent comenzamos la ascensión por un paisaje mediterráneo de montaña -entre espectaculares cortados y junto al Pou Clar y la Sierra de Mariola- hasta llegar a Bocairent, una ciudad construida en piedra y una de las grandes sorpresas de este recorrido.

El Camino del Cid entra en la provincia de Alicante por Banyeres de Mariola. Su castillo es el primero de una línea defensiva de origen almohade que continúa por Biar, Villena, Sax, y Petrer hasta llegar a Elche, con un muy importante patrimonio de origen medieval entre el cual destaca su Palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad. Desde Elche continuamos descendiendo hasta el Bajo Vinalopó. La aridez del paisaje contrasta con los fértiles campos cultivados y la presencia generalizada de palmerales: un territorio densamente poblado que finaliza simbólicamente en el extremo sur del ámbito de influencia del Cid: la monumental Orihuela.

La buena mesa del Cid

Aunque el arroz es la seña de identidad de la cocina valenciana con sus distintas variedades y múltiples preparaciones (paella, a banda, meloso, negro, al horno, en postres...) estamos en un territorio de gran intensidad y diversidad gastronómica. La reputación de la huerta valenciana, por ejemplo, se remonta a la época islámica, y de allí surgen una extensa lista de platos, algunos sabrosísimos, como la pericana. Y lo mismo puede decirse del pescado fresco, de costa: al fin y al cabo estamos en el Mediterráneo.

Además, el viajero tendrá la oportunidad de acercarse a una gastronomía distinta, muy apegada a la tierra, como los “guisos de los marjales” con la anguila como protagonista o el puchero valenciano que, a diferencia de los cocidos y ollas castellanas, es más ligero, con menos grasa. El interior y la montaña de Alicante es lugar para un plato de tradición pastoril que bien preparado resulta exquisito: el gazpacho, que se hace con torta de harina y carne, generalmente liebre, perdiz, etc., especiado con hierbas de la zona.

En cuanto a dulces y postres, y sin obviar cítricos y horchatas, recuerda que estás en la tierra del turrón. El alicantino es mundialmente conocido, pero lo cierto es que tanto en Valencia como en Alicante se producen exquisitos turrones artesanales con la almendra como principal ingrediente. 

 Señalización y estado del Camino

  • Aviso importante: las riadas de septiembre 2019 pueden haber causado daños de importancia en algunos caminos y puentes, estando pendiente una valoración técnica en campo de dichos daños.  
  • El tramo en la provincia de Valencia se encuentra señalizado como GR 160 (rayas blanca y roja) y se encuentra en fase de pre-homologación. En la provincia de Alicante, provisionalmente, en tanto se instala la señalización de GR, se han colocado chapas y marcas de pintura (dos rayas rojas) en todo el trayecto: estas marcas no sustituyen a la señalización oficial, por lo que recomendamos viajar con la topoguía. De todas formas buena parte de la ruta alicantina discurre por caminos ya existentes (Camino de Santiago en Levante, Vía Augusta, senda del poeta, senderos locales de pequeño recorrido, etc.) por lo que llevando la topoguía no suele haber problemas de orientación.
  • Debes tener en cuenta que, en comparación con otras rutas del Camino del Cid, una parte importante de La Defensa del Sur discurre por viales rurales asfaltados, muchos entre huertas.
  • Si vas a viajar, te recomendamos nuestro visor cartográfico: la casilla Alertas en Ruta te muestra las incidencias  más importantes que puedes encontrar en el camino: vegetación alta, pasos interrumpidos, obras en carreteras, señales caídas o desaparecidas y cualquier otro obstáculo del que necesitas ser advertido.

 

Consejos y recomendaciones

  •  Por sus temperaturas suaves, esta ruta es una buena opción para aquellos que quieren hacer senderismo en los primeros meses del año (noviembre - abril), pero ten en cuenta que en invierno, aunque la temperatura media máxima puede estar en torno  a los 20º, la mínima en las zonas altas de sierra puede descender por debajo de los 5 grados.
  • Viaja tranquilo y seguro: lleva contigo los tracks y la topoguía. La ruta está señalizada y todos los años hacemos labores de mantenimiento, pero siempre pueden desaparecer señales (por accidente, climatología, vandalismo) y algunos tramos pueden ser complicados por la confluencia o cruce de otros caminos. El mayor problema de orientación puedes encontrarlo dentro algunos pueblos: aunque hemos señalizado internamente muchos de ellos, no lo están todos, y aunque sí lo estén puede suceder que no veas las marcas y en consecuencia no encuentres la salida con facilidad. Lo mejor es, desde luego, llevar contigo los tracks o la topoguía, o los mapas, donde aparecen las indicaciones oportunas para seguir ruta.
  • Víveres y protección. Es importante que lleves algo de comida en tu mochila (bocadillo, frutos secos, barritas energéticas...) que puedan ayudarte a salir de un apuro. No olvides tampoco llevar buenas provisiones de agua y crema solar con independencia de la época del año en que te encuentres.
  • Reserva con antelación tu alojamiento. Reserva tu alojamiento en el fin de etapa con antelación, y si cambias de final comprueba que hay alojamiento o punto de acogida en ese punto.
  • Consigue tu salvoconducto. El salvoconducto es un "pasaporte" personalizado que puedes sellar en muchas localidades del Camino del Cid. Con él puedes obtener descuentos mínimos de un 10 % en más de 200 alojamientos y beneficiarte de ofertas promocionales. Es gratuito y se solicita en cualquiera de las más de 70 oficinas de turismo de la ruta o en el Consorcio Camino del Cid.
  • Tu guía literaria. Parece un peso innecesario, pero para muchos es una guía imprescindible: no olvides llevar un Cantar de mío Cid; podrás recrear in situ algunos de sus pasajes. ¡Es preferible que utilices una edición modernizada!
  • Y no hace falta decirlo pero... respeta la señalización que te encuentres: dañar, tirar o cambiar una señal significa que los que vayan detrás de ti podrían perderse.

Rev. ALC: 27.09.19

 

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