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Orihuela del Tremedal (Teruel)

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Es posible que Orihuela del Tremedal tenga su origen directo en un asentamiento romano. A principios del siglo XI la desmembración del califato supuso la vinculación de la población al reino taifa de Albarracín y, posteriormente, en 1169, al señorío independiente de Albarracín bajo la tutela navarra de Pedro Ruiz de Azagra. El señorío se mantuvo independiente hasta que en 1379 el rey de Aragón, Pedro IV, lo incorporó definitivamente a su reino. El rey mantuvo los fueros del señorío hasta que este privilegio fue anulado en el siglo XVIII por Felipe V, quien mandó derribar sus murallas. Situada durante el siglo XIV en la conflictiva frontera entre los reinos de Aragón y Castilla, Orihuela permaneció aragonesa mientras que su vecina Orea quedó en el reino de Castilla.

Aunque Orihuela del Tremedal no aparece citada en el Cantar de mio Cid, tuvo que ser lugar de paso obligado para el centenar de caballeros del Cid que, tras la conquista de Valencia, se dirigieron a Medinaceli, donde les esperaban Jimena,  sus hijas, y Álvar Fáñez. En este viaje imaginado, el poeta hace pasar a las tropas del Cid por Albarracín y Bronchales, donde pernoctan.

 

Qué ver y hacer en Orihuela del Tremedal

Orihuela del Tremedal, cuyo "apellido" se debe a la existencia en su territorio de un buen número de turberas (tremedales), se encuentra en la comarca de la Sierra de Albarracín, en la sierra del Tremedal, formando parte de los Montes Universales. Discurre por el municipio el río Gallo, que nace precisamente en Orihuela y va a morir al río Tajo. La localidad se halla rodeada por un bonito paraje natural de sierra alta con extensas masas boscosas, principalmente de pino negro y albar. Precisamente la explotación de l amadera

La primera recomendación para el viajero es el paseo tranquilo por el pueblo, armónico y singular en sus calles, donde se alternan las fachadas de cal y piedra mampostera, y donde es posible encontrar antiguas casas señoriales, algunas de las cuales, como el actual edificio del Ayuntamiento, se remontan al siglo XVI. El viajero observador podrá observar también algunos ejemplos singulares de rejería en balcones y puertas, herencia del pasado, en el que las herrerías crecidas al amparo de los ricos yacimientos de hierro de la zona, junto con la ganadería, constituían las dos principales actividades económicas de la localidad.

Cualquier paseo por Orihuela del Tremedal parece conducirnos necesariamente a la iglesia de San Millán de la Cogolla, cuya advocación "riojana" nos remite a la influencia navarra en la localidad durante la Baja Edad Media. La iglesia, iniciada en 1770, es fascinante por su monumentalidad. Aunque su fachada es neoclásica, constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca en Teruel, por lo que vale la pena visitar su interior, así como los retablos y tallas que en ella se guardan. Precisamente, la construcción de la iglesia fue principalmente sufragada con los ingresos de la herrería del Concejo.

El segundo gran atractivo de Orihuela del Tremedal se halla en sus parajes y en la red de senderos, entre ellos los GRs 10 y 160 (número que identifica al Camino del Cid), que pueden seguirse desde el pueblo. Uno de estos caminos nos conduce al Santuario de la Virgen del Tremedal, que alberga en su interior una talla románica de la Virgen del Tremedal, posiblemente del siglo XIII. Resulta también interesante acercarse a la Balsa de la Toba, a 2,5 km de Orihuela por la carretera A-2707, que dispone de una pequeña área recreativa y donde paran garzas reales. Desde allí sale una ruta senderista señalizada de 9 km (ida y vuelta) al Mirador de la Portera, en plena Sierra de los Montes Universales, con extraordinarias vistas de los alrededores. Existen, además, otras opciones tanto para senderistas como para cicloturistas que invitan a la estancia en la localidad.

 

Además, no puedes perderte...

  • La rejería. La tradicional explotación minera del hierro que se remonta a la época romana propició el surgimiento de herrerías y artesanos del metal, cuyos trabajos aún son visibles en la localidad, y si bien buena parte de ventanas y balcones han incorporado la moderna, e insulsa, pletina industrial, aún pueden verse algunos bonitos ejemplos de forja artesanal, y centenaria, como por ejemplo la de la casa o solar de los Franco Pérez de Liria.
  • Los ríos de piedra. Estos "ríos" son un espectáculo natural muy singular compartido por las localidades de Orea y Orihuela. Se trata de formaciones de bloques de roca debidas a la acción del hielo que fragmenta las cumbres de cuarcitas del macizo del Tremedal, y que desplazándose en masa valle abajo por efecto de la gravedad simulan ser ríos pétreos a los ojos del viajero.
  • Los tremedales. Los tremedales son turberas, lugares húmedos con escaso drenaje situados sobre sustratos silíceos, donde se forman charcas temporales o cursos de agua muy lentos que generan un ecosistema muy singular a base de musgos, que dan al suelo una consistencia esponjosa característica que tiembla al caminar. Por su importancia, estos espacios naturales están protegidos y han sido reconocidos internacionalmente. 

Información práctica

Rev. ALC: 25.09.19

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