Audio 69: Gormaz

No demoran el mandato de su señor,
deprisa cabalgan, andan de día y de noche,
llegaron a Gormaz, un castillo muy fuerte,
allí se albergaron ,en verdad, una noche.
Una vez más deberás cruzar el río Duero, en esta ocasión para subir hasta la inexpugnable fortaleza de Gormaz, uno de los lugares más emblemáticos del Camino del Cid.
Tiene 1 km perimetral de murallas, reforzadas con 28 torres. Es la fortaleza califal más larga de Europa. El califa Al Hakam II la mandó reforzar para que sirviera como puesto de avanzada islámico en territorio hostil: un dique de piedra construido para frenar los avances repobladores de los reinos cristianos.
Nunca fue conquistada por las armas. En 1059, pasó a manos del rey Fernando I, merced a una serie de acuerdos con los debilitados reyes de taifas.
Aunque apenas tiene protagonismo en el Cantar, históricamente, se cree que jugó un papel importante en la vida del Cid: tras una cruenta algara andalusí contra la población cristiana de Gormaz, el Cid, sin permiso del rey Alfonso VI, lanzó un durísimo ataque de represalia sobre las tierras vecinas, en lo que hoy es la provincia de Guadalajara, y que por entonces pertenecía a la taifa islámica de Toledo.
Esas tierras se hallaban por entonces bajo la protección de Alfonso VI. La desobediencia de Rodrigo fue la causa de su primer destierro.
Aunque las vistas desde abajo son muy impactantes dependiendo de la hora del día, las vistas desde arriba, con el río Duero serpenteante entre los campos de cultivo, son sencillamente magníficas en cualquier estación del año, y muy especialmente al amanecer y al atardecer, cuando la luz subraya las formas y colores del paisaje.
Gormaz es uno de los corazones del Camino del Cid: sube y traspasa sus murallas. Vale la pena sentarse, contemplar las vistas, dejar pasar el tiempo y respirar historia con mayúsculas.