Cientos de personas rinden homenaje al Cid durante el Fin de Semana Cidiano de Burgos

Cientos de personas han querido rendir homenaje al Cid este pasado fin de semana durante los actos del Fin de Semana Cidiano que, por séptimo año consecutivo, se ha celebrado en Burgos, capital cidiana por excelencia y ciudad que, sin lugar a dudas, siente a Rodrigo como propio.

Los actos comenzaron el viernes aunque el grueso de actividades se concentraron a lo largo del sábado, afortunadamente para visitantes y organización ya que el domingo el viento y la lluvia hicieron suspender parte del programa previsto para la jornada. El arranque fue, como es habitual, un desfile cada año más participado y que atravesó buena parte del centro de la capital burgalesa. Más de una veintena de asociaciones, ataviados con sus trajes medievales, y como siempre espectaculares el medio centenar de caballos de las asociaciones ecuestres que participan en el evento, dieron mayor realce si cabe al pasacalles inaugural. Tras éste, un entregado Luis Abril, burgalés, ex alto cargo de Telefónica y Medalla de Oro de la Provincia, abrió el evento con un original pregón en el que, como si de una conversación con el mismísimo Campeador se tratara, repasó algunos de sus recuerdos en Burgos con alusiones directas a la actualidad más cercana. A partir de ese momento, y tras las danzas medievales de la Asociación Vivar Cuna del Cid y el ya tradicional canto del Himno a Burgos, se sucedieron multitud de actividades entre las que no faltó la animación de calle, los talleres infantiles, la música o los torneos medievales. Quizás el más aplaudido fue el de la tarde del sábado en el que la Asociación Caballeros del Jiloca, de Teruel, trasladaron a propios y extraños a la mismísima Edad Media.

Ya por la noche, el desfile de antorchas - en el que nuevamente participaron las asociaciones que asisten al evento - precedía a los versos del Cantar que Cipriano Medina, presidente de la Asociación Burgalesa de Amigos del Caballo leyó ante la estatua ecuestre del Cid para, seguidamente, dar paso a los arqueros que lanzaron sus flechas al cielo como homenaje al de Vivar.

El domingo la principal actividad fue la misa homenaje de la catedral en la que hacen su entrada el Cid y Jimena ante la curiosa mirada de turistas. Acompañados del repique de tambores del Gruppo Storico Fivizzano, de Italia y del séquito medieval que durante el fin de semana ha ambientado la ciudad de Burgos, los protagonistas se acercaban al Altar Mayor de la Seo burgalesa en la que, además, se realizó la tradicional ofrenda floral y entrega de armas en la tumba del Cid.

Ahora habrá que esperar nuevamente al Cid ya que, tal y como sucediera hace más de nueve siglos, ha vuelto a dejar su tierra. Seguramente el destierro en esta ocasión será bastante más dulce a tenor del cariño que le han brindado durante estos dos días burgaleses y visitantes.

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