Nueva polémica sobre la Tizona: la espada del Cid volverá a ser empuñada, esta vez en bodas

28-12-2012

En 2013 la espada Tizona podría servir para efectuar los cortes tradicionales a la clásicas tartas de los banquetes de boda. Esta medida no generará ningún daño para la mítica espada atribuida al Cid y podría generar importantes sinergias positivas para el Museo y para la ciudad. Faltan por determinar los requisitos y el precio.

La espada Tizona sigue envuelta en la polémica: a las dudas sobre su autenticidad y la exorbitada suma pagada a su anterior propietario, el marqués de Falces, siguieron las disputas judiciales por la herencia del marqués. Ahora, una original iniciativa podría devolverla a la actualidad.

El Museo de Burgos, la institución donde se halla actualmente la espada, facilitará a partir de 2013 su alquiler a particulares por un precio aún no fijado para la celebración de actos privados. La propuesta, inicialmente planteada para enlaces matrimoniales, podría ampliarse a otro tipo de eventos. Con esta iniciativa se pretenden tres objetivos: el primero, "sacar el museo a la calle" y dar a conocer a la ciudadanía sus tesoros artísticos de un modo diferente; el segundo objetivo es incrementar el número de visitantes al museo; y por último se persigue paliar las dificultades económicas de la institución, que ha visto mermado considerablemente su presupuesto para 2013.

Hay quien ha visto en la propuesta, hecha pública hoy -28 de diciembre de 2012- una broma o una forma de protesta ante dichos recortes, pero los responsables del museo lo niegan: "Lo que surgió como una ocurrencia fue cobrando forma; nos dijimos ¿por qué no? Si se trata de que los burgaleses sientan como suyo su patrimonio, ¿existe una forma mejor? ¿A quién no le gustaría cortar su tarta de boda con la espada que empuñó el Cid?".

Estrictas medidas de seguridad
La propuesta, que aún debe ser aprobada desde el área de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, conlleva una serie de requisitos muy estrictos de seguridad y conservación. La Tizona solo podrá utilizarse para enlaces que se celebren en la ciudad de Burgos, y será trasladada y custodiada por un técnico de conservación del museo hasta el lugar donde se celebre el acto. Una vez efectuado el corte ceremonial la espada volverá a la quietud de su actual morada. No se prevén desplazamientos de más de una hora de duración.

Aunque el precio del servicio no podrá hacerse público hasta enero de 2013, las mismas fuentes aseguran que rondará los 200 euros, de los cuales la mayor parte se destinarán al pago de la hora extra del funcionario y el seguro por el traslado. No existe sin embargo riesgo de deterioro por este nuevo uso: "los azucares y grasas carecen de propiedades corrosivas, no así el alcohol, por lo que se prohibirá la corta o tajadura de las clásicas tartas al whiskey o con frutas confitadas, por otro lado poco corrientes". También se contemplan posibles descuentos a determinados colectivos (tercera edad, estudiantes, parados, etc.).

Primeras valoraciones
La posibilidad de que la mítica espada atribuida al Cid pudiera ser utilizada de esta forma había sido objeto de varias noticias oficiosas en diversos medios de comunicación de la provincia de Burgos. De hecho, los responsables de la iniciativa han confirmado que ya hay una lista de espera con varias parejas que desean utilizar la Tizona, entre las que se encuentran un matrimonio que la ha solicitado para celebrar sus bodas de oro, y un pareja de japoneses que piensan recorrer el Camino del Cid en su viaje de novios.

Desde el Museo de Burgos se es muy consciente de que la medida suscitará una importante polémica entre los especialistas e investigadores: "Estamos abriendo un nuevo camino en la gestión cultural. Aunque existen precedentes, por ejemplo joyas, nunca se había utilizado un recurso de tanto valor simbólico. Esta espada, por otro lado, tenía una finalidad ceremonial, por lo que solo estamos devolviendo su uso original".

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Burgos celebran la iniciativa, ya que sin duda la medida atraerá turismo a la ciudad e incluso podría potenciar la industria burgalesa de la repostería, uno de los pilares que han llevado a la ciudad a ganar en dura pugna con Ciudad Real la Capitalidad Española de la Gastronomía 2013.