Jacobo Siruela: Soy muy arriesgado. Todas las locuras que he hecho a lo largo de mi vida editorial se me han dado muy bien
30-07-2012Patricia Ansótegui
Una de las particularidades del Premio de Literatura de Viajes Camino del Cid es que el certamen, además de al autor, reconoce a la editorial responsable de la publicación, en este caso Atalanta, sello liderado por Jacobo Siruela e Inka Martí. Curiosamente el libro premiado - Socotra, la isla de los genios - es el primer libro del género publicado por esta editorial que selecciona con suma delicadeza los libros que decide editar y es que Jacobo Siruela, junto a su mujer, está decidido a apostar por libros fuera de lo común, ajenos a la actualidad y es que, como el mismo asegura, el editor no deja de ser un tahúr que ha de tener muy claro qué cartas ha de jugar
El Premio de Literatura de Viajes cuenta con una serie de singularidades que, si le parece, luego comentaremos pero ¿qué opinión le merece convocar un certamen que premie este género?
Es una buena iniciativa, pienso que la literatura de viajes está en auge pero es una pura impresión. En mi opinión, el mundo editorial va a empezar a publicar más libros de viajes. Nosotros no estamos especializados en este género de hecho Socotra es el primero que publicamos.
Quizás esté en auge porque, hoy en día, resulta complicado conocer determinados lugares como, por ejemplo, el destino premiado: Socotra
Jordi Esteva ha sido el descubridor de Socotra, nadie conocíamos esa isla. Lo bueno de todo esto es que Jordi, sabiendo árabe, nos ha dado una visión del mundo árabe totalmente diferente a la que tenemos. La calidad literaria de este libro se debe a que hay dos planos: hay un viaje exterior, un viaje antropológico en el que se describe con gran detalle la realidad pero ese viaje exterior, conforme vas leyendo, se convierte en un viaje interior y también el viaje a través del espacio acaba siendo un viaje a través del tiempo. Con este libro Jordi busca encontrar las raíces de la memoria del lugar, una memoria unida a la imaginación. Él va buscando los mitos, las leyendas... lo que le interesa es ver si realmente en el mundo de hoy, en una isla más o menos virginal, incontaminada, siguen vivos los mitos, ése es el sentido del libro. Cuando uno viaja, conoce países pero el viaje le ayuda a conocerse a sí mismo y eso es lo que sucede con este libro: nos descubre aquello que hemos perdido y que hay que redescubrir porque de alguna manera, es un tesoro.
A veces da la impresión que es el autor el que descubre las leyendas a los socotríes...
Es curioso porque primero el comunismo y luego el islamismo laminan el pasado de Socotra, su memoria ancestral. El comunismo piensa que esas cosas son tonterías y el islamismo que son cosas heterodoxas que sólo salen en las leyendas.
En varias ocasiones se ha posicionado a favor de los clásicos. Recuperar esas lecturas ¿facilitaría la devolución de la memoria?
Publicamos a Jordi porque en la editorial tenemos una colección dedicada a la memoria: Memoria Mundi. La mayoría de los editores se dedican a la actualidad, parece que la actualidad ha absorbido todas las categorías de la cultura. Yo pensé que había que dar una oportunidad a la memoria, es fundamental, es la base de la consciencia, es la riqueza de una cultura. Dentro de esa colección hemos publicado el libro de Murasaki Shikibu la primera novela que se escribió en el mundo. La autora, una dama japonesa del siglo XI se inventa la novela porque es la primera que describe la vida de la corte. También hemos publicado la vida de Casanova, textos griegos... El libro de Jordi nos entraba perfectamente en esta colección, por su calidad literaria y por la interacción entre el viaje interior y el viaje exterior.
¿No es arriesgado para una editorial apostar por la memoria cuando, como bien dice, parece que la actualidad lo absorbe todo?
Yo soy muy arriesgado, me gustan los riesgos y se me dan muy bien. Todas las locuras que he hecho a lo largo de mi vida editorial se me han dado muy bien y debo decir que los libros que más se han vendido son los libros más arriesgados. Yo creo que sin riesgo este oficio no tiene gracia, el oficio de editor tiene algo de tahúr: tú vas, apuestas y entonces, te la juegas. Tienes que tener muy claro cuál es tu juego
Hace unos años decidió vender uno de los más sellos editoriales más prestigiosos de España, Siruela, para apostar por un nuevo proyecto: Atalanta ¿por qué? (Habrá quien opine que vender algo tan rentable era una locura...)
Fue una locura muy sensata y he de decir que la vendí muy bien, capitalicé todo mi trabajo de muchos años. En realidad, yo estaba un poco infeliz. Yo empecé a editar porque me gustaba leer y también dejé de editar porque me gustaba leer. Al final, en Siruela no podía leer las cosas que me gustaban y tuve la sensación de que me estaba empobreciendo culturalmente, que ya me había convertido en un editor muy profesional pero la aventura intelectual se había acabado y entonces languidecí. Poco después encontré una casa en el Ampurdán y, aunque me retiré de la parte económica de Siruela, desde allí seguía dirigiendo siete colecciones. Me di cuenta que, desde el campo, se podía dirigir una editorial y de forma más radical en el año 2004 decidí dejar definitivamente Siruela y empezar de nuevo. Todo el mundo me decía "bueno chico déjalo esto es una locura" pero también me lo decían cuando empecé. Decidí publicar lo que me gustaba, junto a mi mujer Inka, e hicimos tres colecciones un poco... llevando la contraria. No quería publicar novela y aposté por el cuento, por la obra breve. Tenemos una colección que se llama Ars brevis que es una investigación en ese sentido, otra sobre la memoria porque, hoy en día en una época de olvido todo es actualidad y una tercera colección en torno a la imaginación. Vamos escogiendo libros en torno a estos tres temas. Yo creo que una editorial pequeña tiene que tener una identidad propia muy marcada, editar por editar no tiene sentido hay que tener un camino.
Decidió vivir en el campo ¿una decisión acertada para alejarse del mundo literario?
Sí, a mí el mundo literario me aburre tremendamente. Ahora vivo al margen y eso te da una libertad absoluta y esa distancia te da una conciencia mayor de las cosas. Cuando empecé me dijeron... "está todo inventado, está todo hecho, no hay nada que no esté cubierto en el mercado" y yo pensé... no... tiene que haber huecos en el mercado, unos huecos que tiene que encontrar el editor, tiene que intuir qué falta y apostar por eso.
La labor de los libreros: importante, discreta y secreta
¿Cree que el mercado está saturado?
Absolutamente. Hay demasiados libros en el mundo, demasiados editores, demasiados escritores, demasiado de todo. Sí, yo creo que se necesita una especie de ecología en el mundo del libro, una especie de depuración pero, bueno, es mejor que exista exceso a que exista carencia lo que pasa es que yo pienso en los libreros que reciben tal cantidad de libros... Un librero ahora no puede conocer todo lo que sale. Algún librero que conozco me dice que se pasan la vida haciendo y deshaciendo paquetes. Es muy loable que en este premio los libreros seleccionen los textos, eso quiere decir que son libreros profesionales y vocacionales y que están haciendo una labor importante, discreta y quizás secreta. Están haciendo mucho a favor del libro.
Precisamente uno de los problemas que nos trasladan los libreros es que no pueden asumir el volumen de libros que reciben. Nosotros abogamos porque tengan en sus estanterías el Cantar de mío Cid sin embargo ellos no nos lo pueden asegurar. En su opinión ¿debería ser lectura obligada?
Sí, en el caso de Burgos el Cid es una seña de identidad en la historia. Lo que pasa es que los profesores son fundamentales, si hay un profesor que tiene talento puede escoger una serie de obras, explicar la literatura de una forma que interese a los chicos pero si lo haces de una forma mecánica y funcionarial... lo veo difícil. Algunos profesores que conozco me dicen que es duro, que se quedan desalentados por la falta de interés que tienen los chicos por todo esto pero yo creo que sí, que es muy importante crear los hábitos de la lectura, si uno no tiene ese hábito cuesta mucho leer y eso viene del ambiente que hay en la familia y en España realmente no se lee demasiado. Por otro lado, se puede pensar que las historias medievales son aburridas. Yo publiqué historias medievales y realmente son fascinantes yo prefiero más las historias francesas y artúricas que están más unidas al imaginario. El Cantar de Mío Cid es más realista, es un poema más duro para un chico.
Se hizo editor porque le gusta leer pero también hay grandes lectores a los que les gusta escribir, suyo es El mundo bajo los párpados pero ¿se ha planteado, por ejemplo, escribir una autobiografía?
Ya me lo han dicho... no lo sé, no creo aunque tampoco lo descarto si sintiera la necesidad de hacerlo... lo que pasa es que estoy poco interesado en mí mismo.
A lo mejor los demás sí lo están...
A lo mejor pero yo, por el momento, investigo las cosas que me interesan, más bien textos filosóficos pero, en fin... El libro que hice tuvo mucho éxito, yo pensé que no lo iba a tener porque es un libro muy heterodoxo pero finalmente tuvo muy buena acogida por la crítica, en Argentina, en Méjico... estoy muy sorprendido. Hoy en día si uno escribe algo rarísimo crees que a nadie le va a interesar pero, al revés, puede tener mucho más interés, pasa como con las obras de arte.
Menciona a la crítica, la cual no suele coincidir con los gustos del público ¿cree que han hecho las paces?
Ese es otro tema. Los libros que editamos nosotros no son difíciles. No me interesa publicar ni escribir libros aburridos. Yo cuando escribo siempre soy divertido, las conferencias tienen un éxito enorme y mi libro también. Me meto en temas arduos pero los expongo. Mi forma de escribir ensayo es muy narrativa, voy contando historias, e historias e historias... yo creo que lo peor es el aburrimiento y además el aburrimiento está reñido con la cultura. Mi maestro fue Borges y realmente todos los libros que decía que había que leer ninguno es aburrido, todos son fascinantes. Ahora estoy haciendo una antología de literatura fantástica magna de 1.300 páginas. He trabajado bastante este tema del siglo XIX y XX, son cincuenta autores de varios países, de varias lenguas. Quien compre ese libro tendrá un canon de literatura fantástica. En este libro va a haber diez autores que aquí no se tiene ni idea de quiénes son. Son absolutamente inéditos y están en el primer rango . La literatura fantástica no es un género menor como se decía en los años 50 o 60. No, es una forma literaria fundamental y literatura fantástica han escrito los mejores autores del XIX. Que alguien me diga algo mejor que las vueltas de tuerca de Henry James o que La metamorfosis de Kafka o que Doctor Jekyll y Mister Hyde... son obras estupendas. Por ejemplo, el Cuento de fantasmas es una obra maestra, permitió al relato hacerse más complejo. En definitiva, lo que quiero demostrar es que la literatura fantástica no es un género menor sino una categoría de la sensibilidad que ha dado obras grandiosas.
Curiosamente desde Atalanta decidieron publicar cuentos, un género para muchos también menor. Sin embargo, parece que luego varias editoriales se animaron...
Se puso de moda. Yo no sabía nada. De hecho es más fácil contratar un libro de cuentos que contratar una novela. A mi el cuento realmente me interesa mucho porque pienso que no hay una novela perfecta pero sin embargo sí que hay cuentos perfectos. En pequeño recorrido uno puede llegar a la perfección literaria. La novela es más profunda pero hay muchas partes que decaen mucho, que son innecesarias, hay partes que podrían sobrar. El cuento es una obra de arte en el que nada sobra, todo tiene un porqué. Apenas leo novelas, no tengo tanto tiempo, necesitaría siete vidas, me intereso mucho por muchas cosas, para las cosas que escribo necesito investigar y leer mucho.
¿Y hay alguna novela que roce la perfección?
Es importante aclarar que la perfección puede ser una carga. Buscar la página perfecta no te permite alcanzar la verdadera literatura, habría mucho que matizar. Sobre la novela perfecta... El Quijote es una novela maravillosa pero por ejemplo cuando Nabokov la analizó vio que estaba llena de fallos. La segunda parte es grandiosa, es una novela increíble pero Nabokov llegó a señalar errores del propio Cervantes. Eso en un cuento nunca pasa, un cuento de Borges es perfecto, pasa como con los poemas, en las distancias cortas... ganan.
Por lo tanto la poesía y los cuentos son géneros que juegan con ventaja...
Sí, pero yo he optado por esas lecturas. Por otro lado, yo publico las novelas más largas que se han escrito.
Suena contradictorio
Las contradicciones son fundamentales, si no hay contradicciones no hay ningún interés. Aún así en España el cuento no termina de cuajar, no sé porqué. Yo me lo explico de la siguiente forma: una novela, una vez que has leído las treinta o cuarenta primeras páginas ya te metes en ella. En cambio un cuento le tienes siempre que volver a empezar, comporta más esfuerzo. También pienso que, hoy en día, en una época en la que no hay tiempo el cuento es perfecto. Italo Calvino en sus Seis propuestas para el nuevo milenio, mencionaba la velocidad, es decir, los cuentos, los textos cortos
En la literatura contemporánea ¿tiene usted algún referente?
No lo sé porque en este ámbito yo tengo bastantes lagunas, he leído mucha novela pero... no lo sé. También depende de las traducciones de todas formas, autores... también depende de las traducciones... algunas de Paul Auster, no son perfectas pero me gustan mucho esos experimentos que hace. Hoy en día vivimos en una época manierista, se repiten un poco las cosas que se hicieron en otros momentos desde otro punto de vista. En lengua española, no hay nada semejante a un cuento de Borges o el Viaje a la Semilla de Alejo Carpentier, es un cuento impresionante por cómo está escrito donde el tiempo va a la revés. Ahora muy pocos escritores tienen ese nivel de exigencia que se tenía en otras épocas, el escritor se ha vuelto demasiado profesional
Quizás también influye el nivel de exigencia que imponen las propias editoriales...
Se publica mucho, si se publicara poco... Además luego lo más interesante no es tampoco lo que más suena, es el tiempo el que luego dirá lo que era interesante y lo que no. Puede haber cosas que estén ahora en un segundo plano y que dentro de treinta años pasen a un primer plano. Ahora la gente piensa que no puede pasar lo que pasaba antes de que un genio no se descubriera, yo creo que igual incluso más porque vivimos en una época en la que tenemos demasiado ruido y el ruido es el enemigo de nuestra época, no nos deja escuchar
A lo mejor es interesante no escuchar más estando inmersos en esta crisis en la que cada día nos vamos hundiendo más...
La raíz de la palabra crisis, en griego, significa que hay que tomar una decisión. Si uno no la toma, está en crisis y yo creo que también lo que tendríamos que sacar es una enseñanza de esta crisis porque, desde mi punto de vista, íbamos muy mal. Es muy duro lo que está pasando pero es un forma de corregir todas las locuras que estábamos atravesando.
Me ha hablado de este proyecto de literatura fantástica en el que está trabajando ¿qué otros proyectos tiene Jacobo Siruela por delante?
Saldrá al año que viene ya tengo perfilados los autores pero ahora hay que empezar a negociar con traductores, etc.. es un lío espantoso. Es mucho trabajo, más que si negocias una novela, por esto nadie hace antologías. Solamente la pasión te lleva a meterte en una cosa así y yo creo que en este oficio hay que tener pasión. En breve sacaremos la segunda parte de la Decadencia y Caída del Imperio Romano, de gran paralelismo con nuestra época y de una actualidad tremenda.
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