Julián de Velasco: Los folletos del Camino del Cid son un producto delicioso
30-03-2012Patricia Ansótegui
Licenciado en Geografía e Historia, este burgalés de nacimiento decidió dejar su ciudad natal para crecer en un arte que le apasiona: el dibujo, el diseño y la infografía. Entre otras responsabilidades ha sido director de Arte de Focus Ediciones o Jefe de Infografía del diario Marca. Además ha trabajado para otros medios de ámbito internacional como el Frankfurter de Alemania. Meticuloso y detallista hasta el extremo capta a la perfección la esencia del Camino del Cid. De hecho los "asuntos cidianos" le gustan y eso se nota. Recientemente, se han presentado los tres nuevos folletos de la ruta, un producto que define como "tremendo" y del que se siente especialmente orgulloso. Hablamos con Julián de Velasco, responsable de su diseño y alma de la imagen del Camino del Cid
Burgalés y licenciado en Geografía e Historia... reúnes dos buenas condiciones para trabajar en temas cidianos...
Son condiciones que ayudan aunque por encima de todo lo que te tiene que ayudar es la curiosidad y yo soy una persona muy curiosa.
¿Es una de las características que debe tener un buen infografista?
Sí, pero no sólo eso. También ilusión. Hoy en día, tanto los infografistas como la gente en general, mira pero no ve. Hay que lograr esa síntesis de ver para transmitir a los que no ven, para hacerles ver lo que tú sientes. Si encima el tema te gusta, como es mi caso los temas cidianos, pues mucho mejor.
En definitiva, tú trabajo nos permite comprender mejor la información
Yo me considero un cuentacuentos. Antes los ciegos iban contando romances por los pueblos, los pintores pintaban cuadros que es otra forma de infografía y ahora estamos los que nos dedicamos a esto: contamos historias con una mezcla de texto e imágenes. Somos el nexo entre la palabra y la parte visual, eso es lo que le da una gracia especial a la infografía
¿Qué tiene más peso hoy en día el texto o el gráfico?
El gráfico siempre. Otra cosa es que se valore más una cosa u otra. Todo es importante, todo tiene su ámbito y su público pero el que una imagen vale más que mil palabras... lo entiende cualquiera
En tus trabajos ¿qué valoras más, la estética, la funcionalidad o buscas una simbiosis entre ambos conceptos?
Yo en lo que pienso es en la persona que lo va a coger, lo va leer y lo va a mirar. A partir de ahí surge todo lo demás. Creo que ya tengo la vista educada, y sé lo que es agradable y lo que no. Si hay algo que a mí me gusta yo creo que a la gente le va a gustar porque soy una persona normal, no soy un bicho raro. A veces pesa más el diseño, otras la parte gráfica... pero lo que quiero es que le interese a la gente, que su parte curiosa también salga hacia fuera, que lo de la vuelta, que lo mire, que recorra un mapa con el dedo... Intento convertir todo en un juguete porque al final el hombre es jugador, en el sentido lúdico de la palabra claro.
Hoy en día muchas personas acceden a la información a través de diferentes plataformas: ordenadores, móviles, tablets... ¿te afecta el soporte a la hora de diseñar un determinado trabajo?
No. Yo no soy diseñador, creo que es una palabra que se queda muy grande pero hay mucha gente que se denomina diseñador de páginas web, de información multimedia ¿pero qué es eso?. La información es la información y el soporte es el soporte. Hay soportes que te limitan pero tú no puedes ser diseñador de páginas web ¿qué es eso? ¿es que sólo sabes diseñar páginas web? Entonces no eres diseñador, diseñar es algo más amplio, tú tienes que saber hacer tu trabajo, colocar textos e imágenes en un espacio eso es ser diseñador, después convertirlo en multimedia o no, lo hará un técnico,
No sé porqué pero tengo la impresión de que tus palabras no van a sentar demasiado bien...
El que no lo reconozca peor para él. Hay gente que conoce las dos cosas, conoce el medio y conoce el diseño ¡perfecto, eso es maravilloso! pero que no me digan "yo soy diseñador" porque saben manejar un determinado programa. ¿qué puedes ser un virtuoso?, sí ¿qué te faltará la chispa? siempre. ¡Y que se enfaden!.
En tú sector, y en concreto en los medios españoles ¿hay calidad?
Hay de todo, hay quien se cree muy bueno y es muy malo y hay quien pasa desapercibido y son auténticos tesoros.
¿Destacarías a algún infografista en especial?
Muchos y, además, nos conocemos todos. Hay mucho español fuera porque en este país exportamos infografía. Un amigo mío, Fernando Baptista que trabaja para National Geographic es un verdadero genio. Estuvo trabajando en El Correo y luego se fue al National Geographic.
No está mal el cambio...
Para nosotros el National Geographic es la meca, aunque cada uno ve la meca desde su punto de vista. Cuando trabajaba en el Diario de Burgos pensaba que un periódico nacional era lo máximo pero cuando trabajas en un periódico nacional buscas otras cosas. Yo he trabajado para periódicos como el Frankfurter de Alemania pero sería feliz haciéndolo en el National Geographic.
¿Cómo es tu día a día?
Muy aburrido, escaleras arriba, escaleras abajo... primero hacia el frigorífico y después hacia el ordenador (risas). Eso sí, cuando te centras, te centras y te olvidas de todo, cuando tienes una idea quieres que salga por el miedo de que si no lo haces, se te vaya... no vale apuntarlo, hacer un boceto... la idea tiene que estar en la cabeza y salir en ese momento.
Has trabajado en varias redacciones ¿cómo resulta trabajar desde casa?
Mucho más tranquilo aunque todo lo que ganas en tranquilidad lo pierdes en tensión y a veces la tensión es tan importante como la tranquilidad ya que hace que tu cabeza funcione a mil. Cuando tienes tranquilidad lo que ganas es en calidad pero pierdes frescura, un amigo mío me decía que lo excelente es enemigo de lo bueno, puedes hacer un trabajo excepcional pero si no sale en plazos... no vale para nada.
Has ganado varios premios Malofiej, considerados los Oscar de la infografía ¿cómo recibes esos reconocimientos?
Yo no me creo los premios ya que me han premiado trabajos que para mí no son importantes y no me han premiado otros que sí lo son. El hecho de que sean premios internacionales y que te permitan reunirte con colegas de los cinco continentes está bien pero lo de los premios es un añadido sin mucho valor. El primer Malofiej lo tuve con el Diario de Burgos, quedamos entre la agencia Reuters y el New York Times, y ahí estábamos nosotros, en medio, con el Diario de Burgos, no eran malos compañeros de viaje (risas)
¿Cuál es el trabajo más extraño que te han pedido?
Un empresa de construcciones de ingeniería me pidió una felicitación de Navidad. Les propuse hacer un construcción desde el primer plano hasta el último levantando una nave, lo encuadernamos como si fuera un proyecto de construcción, la gente alucinó, los planos estaban llenos de muñequitos, estaban vivos, me divertí un montón y, sin duda, me ayudó a desengrasar la cabeza.
¿Y al que tienes un especial cariño?
Ahora mismo a vuestros folletos. Es de lo que más orgulloso me siento y está mal decirlo porque los he hecho yo.
Ha sido un parto largo... ¿te has encontrado con muchas complicaciones?
Las complicaciones a veces surgen pero los trabajos siempre salen y, en este caso, salen muy bien, ha surgido un producto tremendo
Los tres folletos que hemos presentado recientemente ofrecen gran cantidad de información, todos ellos presentan un diseño muy atractivo... ¿con cuál de ellos te quedas o con qué parte en concreto?
Me quedo con la estructura de todos pero... puestos a elegir con la portada del número dos. Es el resumen de lo que hemos querido decir, es una portada que incita a ver lo que hay dentro, es inquietante, tiene un ambiente nocturno, hay una persona que te mira y que te invita a ir con ella o a preguntarle qué haces tú ahí, me gusta.
Han tenido una acogida excepcional, cuando el viajero que quiera recorrer el Camino del Cid los tenga en la mano ¿cómo crees que los va a percibir?
Yo creo que bien aunque en tú pregunta ya va implícito el interés del viajero porque si tiene los folletos es que está interesado en el Camino del Cid. Pero si se trata de un folleto que ves por ejemplo en una feria como en Fitur, creo que en este caso al lector le entrarían muchas ganas de hacer la ruta. Yo he hecho la parte gráfica pero la "la chicha" es impresionante, he trabajado con unos buenos datos, con una información que te apetece poner en papel y así los trabajos salen bien. Los folletos del Camino del Cid son un producto delicioso.
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