Una tesis doctoral sobre el Cantar de mío Cid gana un premio internacional
21-03-2012El profesor, doctor en filología hispánica y colaborador del Consorcio Camino del Cid Alfonso Boix ha ganado el III Premio Internacional "Biblioteca Canon" que concede la editorial Academia del Hispanismo por su tesis doctoral "El Cantar de mio Cid: adscripción genérica y estructura tripartita". El trabajo, defendido hace algo más de un año en la Facultad de Filología de la Universitat de València, revisa ciertos asuntos "muy conocidos" sobre el Cantar de mio Cid, según explica el propio Boix. En este sentido, aclara que la "adscripción genérica" consiste en clasificar al Cantar dentro de algún género poético. Hasta la fecha siempre se le había comparado con los cantares franceses "de vasallos rebeldes", pero algunos rasgos no encajaban totalmente con estos textos, por lo que se veía al Cantar como algo excepcional "esto desaparece si se identifica al Cantar de Mio Cid con otro tipo de textos, los "cantares de aventuras", con los que coincide perfectamente", matiza. Con respecto a la "estructura tripartita", Boix señala que ésta se trata de la famosa división en tres "cantares" o capítulos en que se reparte el texto cidiano "he revisado a la luz de identificar en el poema una tercera trama -hasta ahora solo se conocían dos-, comprobando que cada uno de esos capítulos coincide bastante con cada una de esas tramas", apunta el profesor.
La tesis doctoral ha sido co - dirigida por Rafael Beltrán, de la Universitat de Valencia y por el mayor experto cidiano que existe a nivel mundial, el profesor Alberto Montaner, de la Universidad de Zaragoza. Hace unos meses Montaner destacaba en una entrevista publicada en el boletín de noticias del Camino del Cid que aún hay mucho que decir sobre el Cantar de mío Cid. En este sentido Alfonso Boix afirma que "no seré yo quién refute al Doctor Montaner. El Cantar de Mio Cid, o La Celestina, o el Quijote, son obras intemporales, universales, y siempre despertarán la atención de generaciones y generaciones de lectores e investigadores. En realidad, lo que impresiona no es toda la bibliografía que ya existe, sino todo lo que ha quedado sin escribir, cada idea, cada reflexión, cada pregunta que se habrán hecho los miles de lectores anónimos de estas obras. Se trata de monumentos literarios eternos porque guardan una simbiosis con sus lectores, que les dan vida al leerlas y ellas, a cambio, lo agradecen regalando conocimientos, valores y emociones. Sé que todos los amigos del Camino del Cid me entienden perfectamente: se trata de una obra fascinante".