l'Almoina, Valencia

Plaza de La Almoina, Valencia / ALC.
Ubicación:

Plaça de Dècim Juni Brut, s/n, 46003. Valencia

Teléfono:

96 208 41 73

El Centro Arqueológico de La Almoina es uno de los espacios arqueológicos más singulares que vas a encontrar en nuestro itinerario y una visita muy recomendable. Se trata de un yacimiento cubierto y acondicionado cuyas diversas catas nos muestran, sobre el terreno, restos arqueológicos monumentales de la ciudad romana, visigoda y árabe. Además, se muestran un buen número de piezas de esas épocas (cerámicas, monedas, utensilios domésticos...) halladas en la zona. 

Su ubicación en el mismo centro de la ciudad romana permite al visitante "recorrer" las termas o el foro de la civitas romana, magníficamente reflejada por la conjunción de las dos principales arterias, el cardo y el decumanus.

En la parte sur destaca el área visigoda, donde se exponen el baptisterio, un ábside ligado al culto de San Vicente y varias tumbas monumentales. La parte oriental está ocupada parcialmente por el alcázar islámico, del que se conservan una noria, un patio con alberca y parte de la fortificación. El alcázar, de grandes dimensiones, se prolongaba hasta el actual Almudín y otros puntos de los alrededores.

Por su alto valor patrimonial y la existencia de restos del alcázar y otros hallazgos, hemos elegido l'Almoina como el lugar clave de Valencia para recordar los hechos más relevantes del Cid histórico en la ciudad. Tras la conquista de Toledo en 1085, el rey Alfonso VI de Castilla puso en el trono de Valencia, en febrero de 1086, a su rey títere al-Qadir, quien fue escoltado hasta Valencia por Álvar Fáñez, fiel caballero del rey Alfonso.

Al-Qadir, al ser atacado en 1087 por el rey de la taifa leridana al-Mundir, pidió ayuda al rey al-Mustain de Zaragoza, quien acudió a ayudarle en compañía del Campeador, que por entonces estaba a su servicio. Rodrigo logró levantar el cerco y, en un giro de intereses, decidió ponerse del lado de al-Qadir, dejando así de estar al servicio del zaragozano y pasando a proteger, con numerosos altibajos, al rey valenciano.

La situación política de la zona era muy inestable y los intereses de los protagonistas cambiaban con rapidez. En 1094, muerto ya al-Qadir, y  tras seis meses de duro asedio en los que la ciudad tuvo que soportar un hambre devastadora, el Cid conquistó Valencia (15 de junio de 1094).

La importancia de Valencia era tal que hubo diversos intentos de reconquista por parte de los almorávides, provenientes de Marruecos, todos frustrados hasta la muerte del Campeador en la ciudad, el 10 de julio de 1099.  Su viuda, Jimena Díaz, defendió la plaza con la ayuda de Alfonso VI frente a las huestes almorávides hasta que la situación se hizo insostenible, prendiendo fuego a la ciudad y abandonándola en 1102, llevándose el cadáver de su marido a al monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña.

L´Almoina es buen sitio para recordar la leyenda del ceñidor de la sultana Zobeida. Tras conquistar Valencia, el Cid sometió a un terrible tormento a su gobernador o cadí, Ibn Yahhaf, por haber apartado del poder y asesinar al rey Al-Qadir, su protegido. Rodrigo lo condenó a muerte e Ibn Yahhaf fue enterrado hasta el pecho y quemado vivo. La tradición cuenta que el Cid, en realidad, quería saber dónde se encontraba una valiosísima joya: el ceñidor de Zobeida, esposa del sultán Harun-ar-Rashid y que Ibn Yahhaf había escondido.

Después de que Jimena tuviera que abandonar la ciudad, en 1102, la ciudad pasó a manos almorávides y posteriormente almohades. Tras la conquista de Valencia por Jaime I, en el siglo XIII, se levantó el edificio de la Almoina, que da nombre al lugar, destinado a la manutención de los pobres.

Visita. Con entrada. Para más información, llamar al Centro Arqueológico.

Rev. ALC: 01.09.2021