¿Por qué eligieron Socotra?
05-09-2012"Por su calidad literaria", "por lo exótico del lugar descrito", "por recuperar la atmósfera de las leyendas árabes", "por el cuidadísimo equilibrio entre viaje exterior e interior"... Estos son sólo algunos de los motivos que determinaron que Socotra, la isla de los genios de Jordi Esteva debía ser el libro ganador de la quinta edición del Premio de Literatura de Viajes Camino del Cid, unos argumentos defendidos por las prestigiosas personalidades que, este año, formaron parte del Jurado del certamen: la periodista Rosa Mª Calaf, el poeta, filólogo y escritor Luis Alberto de Cuenca, el también periodista Jacinto Antón y el escritor Miguel Gutiérrez Garitano. Sin embargo... no fueron los únicos.
Jacinto Antón, por ejemplo, justifica el galardón destacando que "es una obra llena de lirismo y de capacidad evocadora. Es un viaje estético cargado de poesía y no únicamente una aventura vital. Hay que destacar también la dimensión histórica del viaje: un elemento que vincula a Jordi Esteva a la gran tradición viajera anglosajona". Por su parte, Rosa Mª Calaf comenta "la inspiración que provoca un lugar tan desconocido", algo con lo que coincide Gutiérrez Garitano al señalar que "Socotra parece sacada de un relato de Verne, desdibujada, única. Hasta ahora perdida en la historia"... y es que de lugares o destinos "perdidos" saben mucho nuestros miembros del jurado y eso que, alguno de ellos, cree que ya no quedan grandes lugares por descubrir en el planeta. Sin ir más lejos, Luis Alberto de Cuenca opina que "la tierra se nos ha quedado pequeña. Quedan pendientes los viajes interplanetarios" una idea que también defiende Garitano "los espacios en blanco de los mapas han sido cubiertos, pero nadie cubrirá nunca el gran espacio negro: el universo". Por su parte, los periodistas Rosa María Calaf y Jacinto Antón (no sabemos si tiene algo que ver el hecho de que compartan profesión) creen que sí quedan lugares por descubrir. Para Calaf siempre los habrá "mientras tengamos en cuenta a las gentes que los habitan y no tanto los paisajes". Mientras, Antón señala que "no solo existen zonas casi vírgenes en el planeta sino que muchos lugares que se habían abierto han vuelto a cerrarse. Colin Thubron, el autor de En Siberia, me dijo no hace mucho que vastas extensiones de la antigua Unión Soviética han quedado aisladas en el espacio y el tiempo. Qué decir de Afganistán. Pero es que ahora incluso un destino turístico de ayer mismo como Siria ha devenido un lugar ignoto, lleno de peligro y misterio".
Viajero físico vs viajero literario
Sin lugar a dudas los libros de viajes nos ayudan a descubrir lugares inalcanzables, conocer destinos a los que jamás podríamos llegar, acceder a través de la imaginación a costumbres, gentes, culturas desconocidas pero... ¿puede el viaje literario suplir el viaje físico?. Rosa Mª Calaf lo tiene claro "lo que uno aprende viajando no lo aprende en ningún libro". Mientras Jacinto Antón y Luis Alberto de Cuenca se consideran más viajeros literarios. Éste último, por ejemplo, apunta que "me parecen mucho más excitantes los viajes mentales que los físicos". Por su parte, Garitano se sitúa en un plano un tanto más ambiguo "mis viajes son mitad y mitad: intento ofrecer al lector, cuando escribo, una mezcla de historia y curiosidades al tiempo que un viaje real y normalmente duro y exigente", matiza. Ante estas impresiones ¿qué futuro le aguarda a la literatura de viajes como género?. Jacinto Antón lo expresa de la siguiente forma "mientras haya gente que experimente una conmoción llámale espiritual viajando y sepa compartirla, mientras alguien vaya a un lugar, se interese por sus gentes, por su historia, por su pasado y futuro, sienta la soledad y la excitación de hallarse en un espacio distinto, se extasíe ante un paisaje diferente, observe allí un pájaro que jamás había visto, y sea capaz de escribir con calidad literaria de todo ello, habrá género de viajes. También, claro, mientras quede alguien dispuesto a sentir todo eso sentado en su casa con un libro en las manos", argumento que comparte Luis Alberto de Cuenca aunque no tanto Gutiérrez Garitano que se muestra más pesimista al respecto "el género funciona muy bien en los países anglosajones. Pero en los latinos, como en España, son muy minoritarios, pero lo han sido siempre".
Por último y sobre algunas de las lecturas del género recomendadas por nuestro jurado, curiosamente, ninguno de ellos coincide en los títulos. El tiempo de los regalos y su continuación Entre los bosques y el agua, de Patrick Leigh Fermor, un viaje de juventud, a pie, a través de Centroeuropa en vísperas de la II Guerra Mundial "uno de los libros más hermosos -de cualquier género- que he leído en mi vida", señala Antón. Otros nos proponen toda la obra de Jack London aunque, en concreto, La quimera de oro "de la que soy fan incondicional", dice Garitano. El millón de Marco Polo es otro de los libros sugeridos "o los libros de viajes de mis idolatrados William Beckford y Jan Potocki", propone Luis Alberto de Cuenca. Aunque, sin lugar a dudas, nos quedamos con la última sugerencia de Jacinto Antón: "Socotra, la isla de los genios, claro...".
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